El coste de un baño nuevo ronda los 3.000 euros y una cocina, los 5.000, sin incluir el IVA
Se acercan las vacaciones, el tiempo libre, el buen clima y, para
muchos, la época ideal para realizar reformas en casa. El sector está de
suerte. Con la retracción del mercado inmobiliario, las empresas de
reparaciones han visto una oportunidad de trabajo.
Ya sea porque no hay dinero para adquirir una vivienda, porque se
pasa más tiempo en casa y esta pide a gritos un lavado de cara, por
cuestiones de ahorro energético, porque se quiera ponerla en venta,
hacerla accesible o por una combinación de todo lo anterior, las reformas de la vivienda han ganado el pulso a la compra de obra nueva.
Antonio Valls, gerente de Reformadevivienda.com
asegura que las reformas más habituales son, en primer lugar las
efectuadas en los baños y, en segundo, las de la cocina. La instalación
de calefacción con nueva caldera y radiadores también ocupa un puesto
importante en las mejoras del hogar.
En cuanto al tiempo de ejecución de la reforma varía en función de la
vivienda, como indica Valls, que también sugiere algunos plazos: en
poner suelo laminado y pintar se suele tardar unas tres semanas, con
imprevistos incluidos. El mismo tiempo se emplea en renovar la cocina y
el baño (dos o tres semanas, si son de tamaño medio). En hacer una reforma integral se va un mes y medio, de nuevo teniendo en cuenta imprevistos.
Por lo que se refiere a precios (sin IVA), un baño nuevo de cuatro
metros cuadrados puede rondar los 3.200 euros, según
reformadevivienda.com. Una cocina totalmente renovada, en la misma
compañía, supone unos 6.000 euros, incluyendo muebles de cocina
procedentes de fábrica. A esto hay que sumarle unos 2.000 euros en
electrodomésticos.
El cambio de instalación eléctrica, agua y gas, con interruptores,
enchufes y luces básicas, ronda los 4.000 euros. Y pintar un piso de
unos 65 metros cuadrados con dos manos de pintura plástica puede costar
unos 1.000 euros.
Datos facilitados por Bankimia, comparador online
de cajas y bancos, muestra que, entre 2012 y 2013, la cantidad media de
dinero solicitado para reparar la vivienda fue de, aproximadamente,
unos 8.000 euros.
Las reformas pueden tener su lado negativo si no se emprenden bien
desde el principio, y es que por muy pequeñas que sean las
modificaciones se aconseja, según el tipo de reparación, contar con un proyecto de reforma,
y será necesario solicitarlo, ya sea por acto comunicado o por licencia
de obra menor, al Ayuntamiento. Informar al presidente de la comunidad
de propietarios también es importante para evitar malentendidos con los
vecinos.
Antonio Valls recomienda pedir una media de cuatro presupuestos.
Considera que mostrar la vivienda a las diferentes compañías explicando
lo que se desea permite concretar lo que se necesita cambiar o reparar.
Añade que las reformas precisan de una gran inversión, por lo que “hay que dedicar tiempo a seleccionar la empresa más idónea”.
Por otro lado, Valls aconseja desconfiar de los presupuestos
extremadamente bajos, pues las posibilidades de que no se acaben las
reformas con esos precios son muy elevadas. “Con la situación económica
actual, la gran mayoría de los profesionales cobran precios similares,
ya que tienen unos gastos de estructura empresarial parecidos y aplican
márgenes de beneficio similares”, aclara el experto.
A la hora de elegir presupuesto compruebe que en el total está el IVA
incluido y que la factura ofrece todos los servicios detallados.
Asegúrese de que la empresa dispone de la certificación necesaria para
realizar las gestiones e instalaciones pertinentes de gas, fontanería o
electricidad. Las compañías suelen solicitar un porcentaje del pago por
adelantado, así que acuerde un calendario de pagos, efectuando el último
cuando las reformas estén finalizadas y usted satisfecho.
El IVA supone un encarecimiento que hay que tener en cuenta. Las
obras de reforma tributan al 10%, si la vivienda es de uso particular o
el destinatario es una comunidad de propietarios. Otro factor a tener en
cuenta para beneficiarse de ese tipo de IVA es que la construcción o rehabilitación de la vivienda haya finalizado al menos dos años antes
del inicio de las reformas. Y que la persona que ejecute las obras no
aporte el material, y si lo hace, su coste no exceda del 40% de la base
imponible de la operación; es decir, del total sin IVA. El empresario
tampoco puede sobrepasar el 40% en coste de materiales aportados, y si
lo hace deberá tributar al tipo general del 21%.
Zaragoza es una de las ciudades que más está creciendo y el sector de las reformas lo hace conjuntamente en esta ciudad. En Valencia está un poco estancado pero de aquellos tiempo aún quedan empresas potentes de reformas que podemos consultar en http://www.reformasenvalencia.org
ResponderEliminarYa pues yo pienso que lo primero es si la empresa dispone de la certificación necesaria para realizar las gestiones e instalaciones pertinentes ya que si no mal vamos, nada solo era una ligera opinión desde http://www.reformasdaniplaca.com
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