La crisis ha hecho que las entidades financieras subiesen más sus
diferenciales en aquel tipo de hipotecas que son más usuales en España,
las de tipo variable.
Lo primero es indicar qué es una hipoteca a tipo fijo. Se trata de aquellos préstamos hipotecarios
que en el momento de su firma se negoció un determinado tipo de
interés que da lugar a un pago mensual de una determinada cantidad, la
cual ni subirá ni bajará cuando el Euribor hipotecario varíe. El dar un
tipo fijo a la largo de la operación hace que la cuota sea siempre
constante y se eviten los disgustos de subidas inesperadas, pero también
los beneficios de las posibles bajadas.
En la época del boom inmobiliario, con tipos del Euribor hipotecario
entorno al 3% o 3,25%, muchas entidades ofrecían hipotecas a tipo fijo
en las cuales