La nueva tarifa eléctrica en la que pagamos precios distintos por la
electricidad consumida cada hora y que se impondrá a todos los
consumidores con precios regulados (TUR) a medida que se implementen los
nuevos contadores digitales, está generando todo tipo críticas,
especialmente para los consumidores. Estas se centran especialmente en
desconocer que es lo que se va a pagar por cada kilowatio consumido, y
que por ejemplo, como ha ocurrido a finales de verano nos encontremos
con importantes subidas cuando ya tenemos el recibo en nuestras manos.
Para paliar este “desconcierto” la mayoría de las grandes operadoras de gas y electricidad están ofreciendo tarifas planas, que con algunas diferencias, ofrecen pagar siempre lo mismo mes a mes. Siempre conocer anticipadamente los gastos es positivo, pero en este caso existen también otros puntos que no lo son tanto.
Controlar el gasto y las diferencias de consumo
Lo principal es diferenciar este tipo de tarifas planas con otras que más comúnmente muchos consumidores contratan para otros servicios como las de telefonía.
Para paliar este “desconcierto” la mayoría de las grandes operadoras de gas y electricidad están ofreciendo tarifas planas, que con algunas diferencias, ofrecen pagar siempre lo mismo mes a mes. Siempre conocer anticipadamente los gastos es positivo, pero en este caso existen también otros puntos que no lo son tanto.
Controlar el gasto y las diferencias de consumo
Lo principal es diferenciar este tipo de tarifas planas con otras que más comúnmente muchos consumidores contratan para otros servicios como las de telefonía.