La electricidad es un servicio indispensable cuyo precio ha experimentado una subida vertiginosa en los últimos años, hasta posicionar a España como uno de los países con el suministro más caro de Europa.
El nuevo modelo de facturación eléctrica horaria, que empezó a
funcionar el pasado 1 de octubre para los usuarios con tarifa regulada,
ofrece posibilidades de ahorrar si se adapta a ciertos horarios. Sin
embargo, la tarea es complicada: la parte del recibo que más se ha
encarecido no depende del consumo, sino de peajes regulados, y las
grandes empresas, por su parte, han librado una guerra comercial para
atraer el mayor número de clientes al mercado libre.
Las compañías ofrecen planes que bautizan como tarifas planas,
descuentos para el fin de semana o por época del año. ¿Valen la pena? Es
complicado calcular si te conviene. Al final, para ahorrar unos pocos
euros deberás estudiar con cuidado cuándo concentras tu consumo en unas
horas muy determinadas, recopilar las ofertas y sacar la calculadora.
Gracias los contadores inteligentes, que permiten medir el consumo real del usuario, las compañías de referencia han ampliado su abanico de ofertas y packs
de consumo para blindar su cuota de mercado frente a la miríada de
comercializadoras independientes afloradas con la liberalización del
sector.
Iberdrola fue la
primera compañía en lanzar ofertas adaptadas al nuevo modelo de
facturación. Fuentes de la empresa aseguran que a día de hoy hay 200.000
clientes acogidos a sus Planes a tu medida,
una propuesta comercial conformada por siete tarifas horarias que
ofrecen descuentos y amoldan el precio de la energía en función de las
pautas de consumo de los usuarios con contador inteligente.
Con la tarificación actual, que sustituyó el anterior modelo de subastas trimestrales, el precio de la energía se fija en función de la cotización diaria del kilowatio-hora (kWh) en el mercado mayorista. Pero
solo los usuarios que se encuentren en el mercado regulado pagan en
función de estas fluctuaciones; en el mercado libre cada compañía fija
un precio diferente para la energía según el plan escogido por el
cliente. El corazón de este sistema son los nuevos contadores, que
almacenan la información de consumo del usuario y la transmiten a las
empresas, siempre y cuando estén telegestionados, es decir integrados en la red inteligente de las mismas.
Consejos antes de cambiar de tarifa
La CNMC ha elaborado una serie de consejos a tener en cuenta antes de cambiar el tipo de tarifa que tengamos contratado:
1. Comparar precios y servicios de al menos un par de empresas diferentes. Existen aplicaciones como el comparador de la CNMC o la posibilidad de acudir a la Oficina de Información al Consumidor o a una organización de consumidores para pedir asesoramiento.
2. Averiguar si se tiene derecho al bono social, que ofrece un descuento del 25% sobre el precio final del recibo.
3. Leer atentamente las condiciones del contrato.
4. Revisar si el contrato prevé la contratación de servicios adicionales, cuáles son las condiciones de revisión de los precios e cuál es el procedimiento para reclamar.
5. Examinar si hay compromiso de permanencia o penalizaciones por cancelación.
6. Si recibes una llamada telefónica o una visita de un comercial pide una copia del contrato si te interesa la oferta y estudia los detalles antes de firmar.
7. Nunca facilites al vendedor los datos bancarios, facturas anteriores o datos personales si no quieres cambiar de suministrador.
8. Si contratas el servicio por Internet, guarda una copia de la oferta y del contrato.
9. Recuerda que, si contratas el servicio fuera de establecimiento comercial, tienes 14 días para desistir del contrato sin dar ninguna justificación.
10. Compara periódicamente tu oferta con otras disponibles en el mercado.
1. Comparar precios y servicios de al menos un par de empresas diferentes. Existen aplicaciones como el comparador de la CNMC o la posibilidad de acudir a la Oficina de Información al Consumidor o a una organización de consumidores para pedir asesoramiento.
2. Averiguar si se tiene derecho al bono social, que ofrece un descuento del 25% sobre el precio final del recibo.
3. Leer atentamente las condiciones del contrato.
4. Revisar si el contrato prevé la contratación de servicios adicionales, cuáles son las condiciones de revisión de los precios e cuál es el procedimiento para reclamar.
5. Examinar si hay compromiso de permanencia o penalizaciones por cancelación.
6. Si recibes una llamada telefónica o una visita de un comercial pide una copia del contrato si te interesa la oferta y estudia los detalles antes de firmar.
7. Nunca facilites al vendedor los datos bancarios, facturas anteriores o datos personales si no quieres cambiar de suministrador.
8. Si contratas el servicio por Internet, guarda una copia de la oferta y del contrato.
9. Recuerda que, si contratas el servicio fuera de establecimiento comercial, tienes 14 días para desistir del contrato sin dar ninguna justificación.
10. Compara periódicamente tu oferta con otras disponibles en el mercado.
De momento, Iberdrola tiene instalados más de siete millones de
contadores inteligentes de un total de 10,5 millones que tiene que
sustituir antes del cierre de 2018. El 90% de ellos, 6,57 millones, está
telegestionado, señalan fuentes de la empresa. Su catálogo comercial
incluye la posibilidad de contratar tarifas que discriminan según la
temporada del año, los tramos horarios o los días de la semana. El Plan Elige 8 horas, por ejemplo, permite escoger ocho horas valle al día —en
las que el precio de la energía sale a un precio más ventajoso, y que
para la tarifa regulada coincide con el horario nocturno— durante todo
el año.
Endesa se mueve en las
mismas cifras en cuanto a contadores instalados y telegestionados,
aunque su propuesta comercial es algo más reducida: los planes Tempo,
a los que están acogidos 240.000 clientes, están conformados por cuatro
tarifas horarias que van desde la clásica nocturna hasta la tarifa
plana o la posibilidad de concentrar los consumos los fines de semana a
un precio más ventajoso.
Gas Natural Fenosa,
que conjuntamente con Endesa e Iberdrola copa la casi totalidad del
mercado, todavía está trabajando en el lanzamiento de nuevos planes
horarios que aprovechen las bondades de los aparatos inteligentes. De
momento mantiene una oferta conformada por tarifas planas y diferentes
modalidades de discriminación horaria disponibles para todos los
clientes, independientemente del tipo de contador que tengan. Los únicos
que ya están pagando en función su consumo horario son los
aproximadamente 1,2 millones de usuarios acogidos a la tarifa regulada, confirman fuentes de la empresa.
Lo que sí ha lanzado la compañía —que a día de hoy tiene instalados más
de 2,3 millones de aparatos inteligentes, el 65% del total de su
parque— es una aplicación que permite consultar la curva de consumo efectuado el día anterior por los usuarios con dispositivo telegestionado.
También las compañías de referencia más pequeñas tienen tarifas horarias: Viesgo, que acaba de ganar la tercera compra colectiva de energía lanzada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tiene sustituido casi el 100% de su parque de contadores y ofrece el plan de discriminación horaria Tu Momento. EDP, por otro lado, oferta con su plan Fórmula Luz una serie de descuentos sobre el importe final del recibo y propone un sistema de canje de puntos.
Ojo con la letra pequeña
La apuesta por atraer clientes al mercado libre parece haber cosechado sus frutos: de acuerdo con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia,
por primera vez desde 2009 el número de consumidores acogido al mercado
libre supera al que tiene contratada la tarifa regulada, conocida ahora
como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Pero hay que tener cuidado: aunque las ofertas resulten atractivas, no es siempre todo oro lo que reluce.
Las compañías justifican su avalancha de ofertas como el
elixir para combatir la incertidumbre de la tarifa regulada, cuyo precio
para el término de consumo depende de las fluctuaciones del mercado e
implica que la factura anual se calcule en función de 8.760 precios diferentes al año. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos.
El consejo general de los expertos es optar por la discriminación
horaria, siempre y cuando concentremos por lo menos un tercio de
nuestros consumos en las horas valle, pero antes de decantarse por uno u
otro plan —o salir del mercado regulado— es necesario armarse de lápiz y
papel y echar cuentas. Y no olvidar leer detenidamente la letra pequeña
del contrato.
Aunque muchos de los precios ofrecidos en el mercado libre parezcan
competitivos, muchos planes proponen descuentos a cambio que el usuario
acepte contratar servicios adicionales
—que tienen un coste separado— o que modifique sus hábitos de consumo
de manera importante. También hay que averiguar si el precio ofertado va
a permanecer estable durante toda la vigencia del contrato, ya que en
la mayoría de los casos se prevé que las variaciones al alza o a la baja
de los costes fijos aprobados por la Administración se repercutan al
consumidor.
De la misma manera, aunque el traslado de un plan a otro dentro
de la misma compañía no suela suponer costes, es muy probable que la
oferta esté sujeta a compromisos de permanencia si queremos irnos a otra
comercializadora. Tampoco hay que olvidar que las llamadas tarifas
planas no suponen un consumo ilimitado: es como si compráramos una
cierta cantidad de kWh y, si consumimos más de la cuenta, la compañía
nos pedirá que abonemos la diferencia.
Selectra, comparador de tarifas eléctricas y de gas,
ha realizado un estudio en el que compara una serie de tarifas del
mercado libre tanto de las grandes compañías como de las pequeñas
comercializadoras que empezaron a nacer tras la liberalización del
sector.
El estudio debes tomarlo con precaución, porque se centra en un
perfil muy determinado de consumidor, y si tu hogar no encaja con él, es
muy probable que las opciones más caras y más baratas sean distintas.
En sus cálculos, entre las empresas de referencia, para un hogar medio
que consume unos 3.700 kWh al año y con una potencia de 4,6 kW, la
solución más barata es la Fórmula Luz de EDP. El precio final, estima el
comparador, es de 812,06 euros anuales. La más cara resulta ser la
tarifa Plan Hogares de Iberdrola.
En cuanto a las pequeñas comercializadoras, la oferta más asequible
(pero siempre para el mismo perfil de consumo) es la de Gana Energía: su
tarifa Gana 10 online supone pagar 798,92 euros por año, y es la más barata entre todas las ofertas analizadas por Selectra. En la categoría de las low cost, la propuesta más cara es El Clásico de Hola Luz, con 883,75 euros anuales.
Desde Selectra insisten en que los resultados dependerán siempre de
los hábitos de consumo del cliente, así como de la potencia que tenga
contratada o del esfuerzo que esté dispuesto a hacer, si paga en función
de su consumo real, para poner en marcha los aparatos eléctricos en las
horas más baratas del día.
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