El precio del recibo de la luz no ha parado de subir en los últimos años. Desde 2003, se ha elevado en más de un 80%, según calcula la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y ha consagrado a España como uno de los países con la electricidad más cara de Europa. De acuerdo con la última encuesta del regulador, el importe medio de la factura de los hogares asciende a 56,3 euros al mes,
lo que se traduce en 675 euros al año. En este contexto, las
estrategias para tratar de ahorrar se multiplican. Pero, ¿cuáles son las
que de verdad valen la pena?
Esta es la pregunta que lanzó en las redes sociales Selectra, un comparador de tarifas eléctricas y de gas. A través del concurso ¿Cómo ahorras electricidad en casa?,
ha recopilado información acerca de las medidas que los internautas
consideran más adecuadas para abaratar el recibo de la luz. Los autores
de los cinco consejos más acertados han sido premiados con el reembolso
de su última factura. Pero entre muchas recomendaciones acertadas,
también hay varios mitos y muchas inexactitudes. “La conclusión que
hemos sacado es que la gente está bastante desinformada”, comenta la
empresa, que publica este jueves el resultado de su recopilación.
La CNMC ya había dejado en evidencia el escaso conocimiento de los usuarios sobre el tema:
una encuesta realizada por la Comisión y divulgada el pasado noviembre
concluía que alrededor del 74% de las familias no sabe cómo se calcula
la factura de electricidad,
más de la mitad desconoce la diferencia entre una comercializadora y
una distribuidora de energía y ocho de cada diez no distinguen entre
mercado libre y regulado. A la vez, el 60% de los hogares se declara insatisfecho con el precio del recibo. A la luz de estos datos, y pese a la buena voluntad, ¿siempre acertamos en nuestros intentos de ahorrar?
Las tres medidas de ahorro más populares (¿y más eficaces?)
Entre los consejos más repetidos por los internautas está la
sustitución de las bombillas clásicas por LED o bajo consumo (el 54% de
los usuarios ha mencionado esta recomendación), seguido por el apagar
las luces siempre que sea posible (37%) y desenchufar los
electrodomésticos para evitar el consumo en stand-by (22%). Toda suma de cara al ahorro. Sin embargo ¿de verdad estas recomendaciones son las más eficaces para abaratar el recibo?
Cambiar las bombillas. La iluminación tiene un peso
importante en la factura, pero en comparación con otras partidas no es
la más sangrante. Sobre todo si el hogar ya cuenta con una que otra
bombilla de bajo consumo, que ofrece un ahorro relevante en comparación con una incandescente y cuesta la mitad que un LED.
Los 20 consejos más compartidos por los internautas
1. Bombillas de bajo consumo o LED
19. Programar televisión para que se apague sola por las noches
2. Apagar luces
3. Evitar consumo de stand-by
4. Apagar horno y vitrocerámica antes de tiempo y aprovechar el calor residual
5. Electrodomésticos eficientes
6. Concentrar el consumo por la noche
7. Bajar la potencia
8. Regletas que permitan desconcertar varios aparatos a la vez (controlar consumo)
9. Mantener la calefacción a 22º
10. Cambiar la calefacción, agua caliente y cocina a gas natural, butano o propano
11. Programar el calentador para que se encienda antes de ducharse
12. Pasarse a Discriminación Horaria o a tarifas que se adapten al consumo de cada uno
13. Interruptores temporales o detectores de presencia
14. Instalar paneles solares
15. Utilizar el microondas en vez del horno cuando sea posible
16. Utilizar programas de agua fría en lavadora y lavaplatos
17. Utilizar la olla express en vez de una tradicional
18. Utilizar programas de ahorro en los electrodomésticos que los tengan19. Programar televisión para que se apague sola por las noches
20. Desconectar la luz del frigorífico
Lo más recomendable para el bolsillo es sustituir las bombillas incandescentes con LED y las demás ir cambiándolas a medida que se estropeen, comentan los expertos.
Recuerdan que la inversión vale la pena, ya que esta tecnología puede
llegar a ser 50 veces más duradera que una bombilla tradicional y casi
10 veces más que una de bajo consumo, además de garantizar un ahorro
superior: entre un 80% y 90% en comparación con una instalación
convencional.
Luces apagadas. El mismo razonamiento vale con el
tiempo en el que las luces están encendidas. Si el hogar ya dispone de
tecnología LED o cuenta con bombillas de bajo consumo, el ahorro no será
muy relevante. Aunque un LED funcione durante las 24 horas del día, el
coste sería de dos céntimos de euro al mes por una bombilla de 5 vatios
(W), que proporciona el mismo alumbrado de una convencional de 40 W. De
acuerdo con los datos proporcionados por la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación (Anfalum),
20 bombillas de bajo consumo —de luminosidad media— supondrían un coste
de 34 euros al año; 20 LED con la misma prestación luminosa generarían
un gasto de 17 euros. Un ahorro importante en términos absolutos, aunque
en términos relativos habría que ponderarlo con el tiempo necesario
para amortizar el gasto.
El stand-by. Es uno de los capítulos de
gasto que se nos suele olvidar, pese a que sea el responsable de casi el
7% del consumo energético de un hogar, según el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE).
Su impacto es casi el mismo que el de una lavadora. Para combatir este
enemigo invisible se pueden usar regletas que permitan desconectar
varios aparatos a la vez, como han mencionado los participantes en el
concurso, además de buscar soluciones para automatizar el apagado.
Verdades, mentiras e imprecisiones
Cambiar las bombillas o reducir el consumo en stand-by son
recomendaciones del todo acertadas, pero no atajan el problema de raíz.
Si la tarifa es poco ventajosa y la potencia contratada es superior a la
que necesitamos, poco podemos hacer: el recibo seguirá siendo elevado,
adoptemos las medidas que sean, y hasta puede que algunas de ellas
surtan el efecto contrario y encarezcan el importe final.
¿Consumir más de noche? Uno de los ejemplos lo
brinda el sexto consejo más compartido por los internautas en el
concurso de Selectra: intentar concentrar el consumo por la noche. Como
subraya la empresa, de poco sirve si el usuario no tiene contratada una tarifa de discriminación horaria.
Esta opción está disponible tanto en el mercado libre como en el
regulado. Si en el primer caso las condiciones las fija cada empresa, en
el segundo los consumidores pagan en función del precio que tiene la energía, cada día y cada hora, en el mercado mayorista. Este
coste horario se puede consultar en la página web de Red Eléctrica de
España, que cada día a las 20.15 publica los precios para jornada
siguiente.
Los usuarios con tarifa regulada (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor o PVPC) que
opten por la discriminación horaria tendrán dos franjas de precio a lo
largo de la jornada: las horas más baratas son las nocturnas —el periodo
valle, que va de las 22.00 a las 12.00 en invierno y de las 23.00 a las
13.00 en verano— y las más caras son las diurnas —el periodo punta, de
las 12.00 a las 22.00 en temporada invernal y de las 13.00 a las 23.00
en la estival—. Con la tarifa general, por otro lado, el precio se
mantiene estable a lo largo del día, sin sufrir fluctuaciones
relevantes.
¿De verdad sabes qué horas son más caras? Analistas del sector eléctrico aseguran que los usuarios con tarifa regulada que eligen la discriminación horaria pueden recortar el gasto en electricidad en más de un 10%, independientemente de los hábitos. Selectra confirma que esta tarificación supone un ahorro similar inclusive estando en el mercado libre,
que también brinda esta posibilidad. Pero hay que tener cuidado. “Yo
tengo las bombillas de bajo consumo y pongo la lavadora por la tarde
noche que creo que es más barata la luz”, sugería uno de los
participantes en la encuesta. Independientemente del tipo de tarifa, los
expertos justo recomiendan evitar consumos fuertes entre las 20.00 y
las 23.00, porque suelen ser las horas más caras. Además, ninguno de los
usuarios ha mencionado que durante el fin de semana —y los festivos—,
es cuando el precio es más barato porque la demanda se reduce al ser
días no laborables. Lo que sí está entre las prioridades de los
usuarios, y con razón, es bajar la potencia contratada —la potencia máxima que puede aguantar una instalación—, la parte fija del recibo que, junto con los impuestos, contribuye en un 40% al importe final de la factura.
Elegir bien la calefacción. Una gran cantidad de
participantes ha hecho alusión a la calefacción y al agua caliente como
factores que inciden notablemente en el recibo, pero muy pocos
comentarios sugirieron cambiar el sistema “a otras energías como gas
natural, butano o propano, que suponen un ahorro de más de 50% respecto a
la electricidad”, comentan desde Selectra. El Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) recuerda
que un hogar en el que todo el consumo es eléctrico gasta más del doble
que si tuviera energía mixta. Por otro lado, no se menciona el
aislamiento: la empresa Danosa recuerda que, con una pequeña mejora en este aspecto, se puede ahorrar hasta un 30% en calefacción.
Para elegir los ganadores del concurso —uno al día, durante los cinco
días de duración del concurso, a los que ha premiado con el reembolso
de una factura de la luz—, Selectra ha usado criterios diferentes, como
“la participación y a la repetición de consejos” o la “originalidad”,
explican. Aquí las cinco sugerencias de los galardonados.
1. “Stand-by apago, dos veces paga el vago, El calor residual del horno calienta el pan, es más eficaz de lo que muchos creerán”.
2. “Bajar la potencia hasta tener la necesaria, conectar los
electrodomésticos más grandes por la noche y cambiar las bombillas a
LED”.
3. Contratar una tarifa de discriminación horaria, utilizar
electrodomésticos A+++, usar solo iluminación LED, regletas con
interruptor para desconectar todo menos la nevera, temporizador para el
termo eléctrico, usar la televisión en modo ahorro, quitar los
cargadores de los móviles de los enchufes al terminar y encender lo
menos posible la luz”.
4. “Nada en stanby, [consumir en los] horarios que te facilita
vuestra página [periodo valle]. Para ahorar más, bombillas LED y
aparatos de consumo A++”.
5. “Pues procuro ahorrar en todo lo que puedo: cambiar las bombillas a
led y apagar la luz a ciertas horas, pero es complicado. Somos cuatro y
tienen manía de dejar la luces [encendidas] y yo detrás no paro
apagando luces. Ponía la lavadora de noche pero dicen que ahora es
igual. La cuestión es que tiemblo cuando viene el recibo. Se han pasado
mucho”.
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