Cuando nos enfrentamos a situaciones de limitación e incluso
dependencia es cuando nos damos cuenta que vivimos en entornos saturados
de barreras arquitectónicas, especialmente presentes en el interior de
la vivienda. "Son estos elementos los que nos limitan a la hora de
realizar nuestras actividades diarias y no nuestras capacidades",
comentan en la empresa especializada en obras de adaptación, Entorno
Accesible.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las mayores
dificultades dentro del hogar se encuentran en el baño, la cocina y en
el portal de la casa. "Cuando se trata de adecuaciones para personas
mayores, la transformación más solicitada es la intervención en el baño,
por las dificultades de movilidad que se generan en dicho espacio",
explican en Entorno Accesible.
Sin embargo, cuando se trata de personas con algún tipo de
discapacidad, las actuaciones suelen ser más variadas. Desde
instalaciones de elevadores para salvar desniveles, adecuaciones y
automatizaciones de puertas, cocinas más accesibles con muebles
adaptados, instalaciones domóticas... "No hay que olvidar que las
transformaciones no siempre son demandadas para resolver barreras a la
movilidad, sino que también se solicitan soluciones para los obstáculos
en comunicación, como por ejemplo, la adaptación de comunicadores
bidireccionales, los bucles de inducción magnética-que permiten mejorar
la señal de audio de las personas con dificultades a través de la
instalación de un sistema de sonido que actúa como amplificador-, etc.",
comentan.
Por esta razón, no todas las soluciones serán adecuadas para
todos. Según el portal, SerCuidador, iniciativa del Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, adoptar una estrategia u otra
dependerá de las dificultades de cada familiar. “No se trata solo de
acometer unas obras, sino que hay que ofrecer una solución personalizada
a las necesidades de cada persona”, recalcan en Entorno Accesible.
Para ello, esta compañía se encarga de realizar un diseño en
base al uso que cada unidad familiar hace habitualmente del entorno. Así
pueden prever sus necesidades a medio y largo plazo y sustituir sus
limitaciones por una mejor accesibilidad. Por ejemplo, con la
instalación de una grúa de techo. “Permite a través de unos
simples raíles desplazar a una persona dentro de una estancia, o
incluso establecer un itinerario recorriendo varios departamentos sin
alterar el aspecto visual del entorno”, recalcan.
Su instalación proporciona múltiples ventajas, entre las que se encuentran el ahorro de espacio. “La solemos recomendar en
baños y otros cuartos reducidos, donde serían imposible o muy
complicadas las maniobras y el giro de las grúas móviles”, apuntan.
El precio puede rondar, para un sistema básico de un carril
grúa, los 2.500 euros. “A partir de ahí, los importes van subiendo en
función de si es para cubrir la totalidad de superficie de una
habitación, o incluso si se desea o necesita trasladar a la persona a lo
largo de las diferentes habitaciones de la vivienda”. Este tipo de
instalaciones están gravadas además con un 10% de IVA. Sin embargo, para
los productos de apoyo el gravamen está entorno al 4%.
En el baño también se pueden realizar otro tipo de mejoras,
como por ejemplo, la inclusión de muebles adaptados, espejos, lavabos e
inodoros regulables a la altura o la sustitución de bañeras por platos
de ducha al nivel del suelo. Según este negocio especializado en
adaptaciones, Hogar Accesible, la reforma de esta parte de la casa puede
llegar a costar entre 5.000 y 9.000 euros.
La cocina también debe adaptarse. “Debe ser un espacio diáfano
para aligerar el trabajo y facilitar su uso óptimo de utensilios y
equipos”, comentan en Hogar Accesible. Además, para esta estancia la
organización será el punto clave. “La altura de los armarios debe
regularse, pero también se puede optar por piezas con ruedas, cajones y
huecos ideados para por ejemplo en caso de necesitarlo, una silla de
ruedas”, apuntan. Según esta empresa, la adaptación puede llegar a
costar entre 6.000 y 12.000 euros.
Para la entrada y los pasillos lo principal es garantizar la movilidad, por ello, una solución eficaz puede ser la instalación de puertas automáticas que funcionen con mando a distancia.
Asimismo, para espacios como el dormitorio lo recomendable es
colocar camas de altura media- ya que facilitarán el movimiento a la
hora de levantarse y acostarse-, los armarios de baja altura y la
instalación de interruptores de luz cercanos a la cama. Esta última, en
caso de ser necesario, también puede ser articulada. “Adaptar los
interruptores de la luz a la altura que se desee puede llegar a costar
unos 460 euros”, comentan en Hogar Accesible.
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