El ser propietario de una vivienda puede suponer que, además del préstamo hipotecario que en su momento tuvieses que contratar, tengas que solicitar un préstamo personal para financiar, por ejemplo, una reforma importante que quieras realizar.
Cuando te lo plantees, ten en cuenta que es producto financiero que no se debe tomar a la ligera, puesto que el retraso en el pago del mismo puede desencadenar problemas severos que pueden ir desde el embargo de la nómina hasta el de la vivienda.
Por ello, antes de contratar un préstamo personal te recomendamos:
1.Comparar los préstamos que ofrecen las diferentes entidades financieras con el objetivo de encontrar la mejor oferta que se adapte a tus necesidades.
2.Determinar la urgencia con la que se necesita el dinero permite saber el tipo de préstamo que necesitamos. En el mercado existen los llamados préstamos rápidos y los mini préstamos, ambos se conceden de forma casi inmediata y no suele hacer falta cambiar de banco para poderlos contratar.
3.Definir la vinculación que se puede tener con la entidad ya que muchos préstamos tienen un tipo de interés preferente para los clientes que domicilien la nómina, recibos o que contraten seguros. Si ya se tiene domiciliada la nómina, el tipo de interés puede ser superior al que se oferta.
4.Simular la cuota mensual y el cuadro de amortización del préstamo, para así estar seguro de cuánto se pagará cada mes.
5.Calcular la capacidad de pago. La cuota mensual del préstamo más las cuotas mensuales de otros préstamos que se estén pagando (incluyendo la hipoteca) no puede ser superior a, como máximo, el 40% de los ingresos mensuales.
6.Vigilar las comisiones. En medida de lo posible evitar la comisión de estudio, de manera que en caso de que se deniegue el préstamo no tengamos que pagarle nada a la entidad. Además, conviene buscar préstamos con comisiones de cancelación anticipada bajas, para los casos en los que se desee amortizar anticipadamente una parte del capital.
Cuando te lo plantees, ten en cuenta que es producto financiero que no se debe tomar a la ligera, puesto que el retraso en el pago del mismo puede desencadenar problemas severos que pueden ir desde el embargo de la nómina hasta el de la vivienda.
Por ello, antes de contratar un préstamo personal te recomendamos:
1.Comparar los préstamos que ofrecen las diferentes entidades financieras con el objetivo de encontrar la mejor oferta que se adapte a tus necesidades.
2.Determinar la urgencia con la que se necesita el dinero permite saber el tipo de préstamo que necesitamos. En el mercado existen los llamados préstamos rápidos y los mini préstamos, ambos se conceden de forma casi inmediata y no suele hacer falta cambiar de banco para poderlos contratar.
3.Definir la vinculación que se puede tener con la entidad ya que muchos préstamos tienen un tipo de interés preferente para los clientes que domicilien la nómina, recibos o que contraten seguros. Si ya se tiene domiciliada la nómina, el tipo de interés puede ser superior al que se oferta.
4.Simular la cuota mensual y el cuadro de amortización del préstamo, para así estar seguro de cuánto se pagará cada mes.
5.Calcular la capacidad de pago. La cuota mensual del préstamo más las cuotas mensuales de otros préstamos que se estén pagando (incluyendo la hipoteca) no puede ser superior a, como máximo, el 40% de los ingresos mensuales.
6.Vigilar las comisiones. En medida de lo posible evitar la comisión de estudio, de manera que en caso de que se deniegue el préstamo no tengamos que pagarle nada a la entidad. Además, conviene buscar préstamos con comisiones de cancelación anticipada bajas, para los casos en los que se desee amortizar anticipadamente una parte del capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario