Facturas y más facturas. Pero las que más duelen son las energéticas.
El coste medio anual de la energía en una vivienda española es de 990
euros. Nada menos. Sumando, los hogares gastan en energía alrededor de
17.000 millones de euros al año. La electricidad y el gas son
responsables del 85% de ese gasto.
La cifra sale del informe Análisis del consumo energético del sector residencial en España , elaborado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria.
El hogar medio español consume alrededor de 10.000 kilovatios hora
por año, de los que 3.700 son de electricidad (lo que representa unos
650 euros al año). La cosa empeora cuando son chalés. La factura
energética de las viviendas unifamiliares duplica a la de los pisos.
Uno ya no sabe cómo controlar ese gasto. Pero es que mientras lo
renovable, lo eficiente y los cambios de hábitos y concienciación no
entren por la puerta grande, no hay nada que hacer. Por ejemplo, más de
la mitad de los propietarios desconoce la etiqueta energética de sus
electrodomésticos. Y aún peor. El consumo energético de los sistemas en
espera (standby) supera en casi tres veces el consumo de los
equipos de refrigeración. Aquí hay una buena respuesta a la pregunta de
cómo empezar a ahorrar. Hay que desconectar los aparatos cuando no se
usen.
Las energías renovables en conjunto suponen el 16% del consumo total.
No está mal, pero "se necesita mayor información en los hogares",
señala el estudio.
Existen casi dos millones de viviendas con algún sistema de energía
renovable. Alrededor de un millón consume algún tipo de biomasa
(maderas, cortezas, virutas...) y 160.000 tienen equipos de energía
solar térmica (0,9%). "Baja representatividad, pero creciendo", dicen en
el instituto. En cambio, la geotermia apenas tiene un 0,1% de
penetración. Tampoco es significativo el uso de pellets (combustible a
base de madera).
Manos a la obra para que la economía familiar no tiemble. Lo que más
gasta: la calefacción, que significa casi la mitad (47%) del consumo
energético de una vivienda. Se utiliza 4,4 meses al año, 7,6 horas al
día (5% y 12% más, respectivamente, en unifamiliares).
Aun así, tan solo el 8% de los hogares tiene calefacción centralizada
(que consume un 20% menos que los sistemas individuales). Además,
destaca la alta presencia de equipamientos individuales eléctricos y que
las calderas de alta eficiencia solo están en el 1% de los hogares.
WWF España subraya la importancia de combatir las bajas temperaturas
con medidas alternativas que calienten los hogares, además de ayudar al
medio ambiente y al bolsillo de los consumidores. La organización
aconseja poner la calefacción entre 19 y 23 grados y bajar a 15 cuando
la casa está vacía. También es importante mantener las calderas en buen
estado, ya que un mantenimiento y limpieza óptimo implica un ahorro de
hasta un 15% de energía.
Sencillos cambios de comportamiento y además algunas reformas
energéticas en los hogares. Una de estas mejoras puede ser la
instalación de ventanas de alta eficiencia energética que impidan que el
calor se escape, dice. Hay que tener en cuenta que el 40% de las fugas
se produce por ventanas y cristales. Precisamente estos días la firma
Kömmerling ha lanzado una campaña para instalar ventanas con las máximas
prestaciones al precio de ventanas corrientes.
Reparalia recuerda que el mayor consumo de energía se produce en el
momento de encendido de la calefacción hasta que se alcanza la
temperatura deseada. Por ello, las subidas y bajadas pueden suponer un
incremento considerable de la energía y de la factura. Su consejo:
"Procura mantener una temperatura constante a través de un termostato
que no supere los 22 grados. Subir un grado puede suponer hasta un 7%
más de consumo. Ahorra entre un 8% y un 13% de energía usando válvulas
termostáticas o termostatos programables en los radiadores". Hay que
cerrar las persianas por la noche para evitar las pérdidas de calor.
Por su parte, Bleninser apunta algo más. "Colocar burletes y
adhesivos en puertas y ventanas para mejorar el aislamiento y ahorrar
entre un 5% y un 10% de energía; poner dobles ventanas o doble
acristalamiento para ahorrar un 20%; cerrar los radiadores que no se
usan y apagar la calefacción si se va a estar fuera más de un día".
Otro capítulo es el agua caliente, que supone la quinta parte del
consumo (el 19%), recoge el estudio elaborado por el IDAE. La cocina es
responsable del 8%. Entre electricidad, vitrocerámica e inducción supone
el 60% del equipamiento.
La refrigeración es poca cosa, es el 1% del consumo total. Estos
equipos se emplean tres meses al año, unas cinco horas al día. El 78% de
los hogares tiene bomba de calor y frío, mientras que la bomba de solo
frío está en el 15,7% de las casas. Según la firma Daikin, la bomba de
calor permite ahorrar hasta 1.354 euros al año en calefacción.
Más dinero se lleva la iluminación (el 4% del consumo). Hay 400
millones de bombillas, 22,8 bombillas por hogar. Las de bajo consumo son
el 31% y las led aún no poseen una fuerte presencia, apenas el 0,1%.
Las bombillas incandescentes —que ya ni se fabrican ni se distribuyen en Europa— son aún el 36% del equipamiento.
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