martes, 29 de julio de 2014

Para reducir el calor...el secreto está en la lona(El País/Paula Cossió)


La densidad de la tela en un toldo, sombrilla o pérgola ayudará a proteger nuestro hogar de los rayos solares
Los espacios de sombra en verano son de los más cotizados. Las altas temperaturas exteriores invitan a relajarnos en nuestros hogares hasta bien entrada la tarde pero solo si hemos sabido proteger nuestro hogar de los rayos solares.
Una buena solución para disfrutar de la vivienda en verano es recurrir a los toldos que actuarán como aislamiento térmico y como barrera protectora del mobiliario.
Gracias a la utilización de toldos en las ventanas y, si tenemos terraza, de sombrillas y pérgolas conseguiremos reducir el uso del aire acondicionado, al disminuir considerablemente el nivel de calor que entra en el hogar y por tanto, podremos ahorrar en las facturas.
Además, es un buen sistema para crear más intimidad en la casa.
Dependiendo del espacio, presupuesto y gustos podemos optar por varias alternativas, eso sí, para elegir un buen toldo, pérgola o sombrilla... debemos fijarnos en el tejido de la lona. Su densidad nos ayudará a reducir el nivel térmico. También es importante conocer la ubicación de nuestra vivienda, así como el nivel de humedad de nuestra zona.
Por ejemplo, las pérgolas de madera tratada precisan un mantenimiento regular, especialmente en climas húmedos. Por lo que la mejor solución es optar por sistemas de protección solar con estructura de aluminio lacado, por ser considerado como el material idóneo para uso de exteriores.
Ahora bien, la instalación de este tipo de sistemas en zonas de climatología extrema puede no estar recomendada ya que no están indicados para soportar fuertes vientos, intensa lluvia o acumulación de nieve. Estos sistemas, buenos aliados para el verano, tienen en estos fenómenos meteorológicos los peores enemigos. Las soluciones extensibles y retráctiles son mucho más funcionales para estos climas y además favorecen mejor la ventilación del hogar.
La lluvia puede generar suciedad, deterioro e incluso verdín en la lona. Para evitar esto, si tenemos los toldos desplegados y comienza a llover, lo mejor es recogerlos y desplegarlos una vez haya dejado de llover para evitar guardarlos con humedad.
Otro agente enemigo es el sol. La sobreexposición que sufren a las altas temperaturas y a los rayos solares provoca decoloración en las telas. También, la contaminación y el humo harán que adquieran mayor suciedad. Por lo que optar por soluciones desmontables nos permitirá llevar las lonas a la tintorería para que recuperen su color original. E incluso, podremos eliminar las manchas con un cepillo de cerdas suaves o una esponja. En empresas como toldos.es podemos encontrar una amplia variedad de lonas, con descripción detallada del precio, tamaño e incluso utilización recomendada, ya sea para toldos o pérgolas. También se puede recurrir a la compra del tejido directamente por metros. En toldos.info se puede calcular el precio, para tejidos de 270 cm, en color arena y liso con un precio alrededor de los 60 euros.
Si necesitamos sombrear espacios concretos de nuestro jardín, la mejor opción son las sombrillas, mucho más económicas y versátiles, ya que se adecuan al espacio y son fáciles de transportar. En Leroy Merlin disponen de una amplia variedad, tanto en color como estructura, desde 30 euros. Y en Ikea se pueden encontrar desde las clásicas, a un precio de 40 euros hasta las sombrillas colgantes, que proporcionan una buena protección contra la radiación UV, ya que la tela impide el paso del 93% del sol, y por un precio que parte de los 50 euros.




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