viernes, 4 de octubre de 2013

El RITE vigila caldera y radiador (Sandra López Letón /El País)

Es obligatorio el mantenimiento de las instalaciones térmicas de la casa cada dos años, aunque las empresas ofertan contratos anuales.
RITE. ¿Le suena? Quizá sea uno de esos propietarios a los que su suministradora de gas ha llamado para ofrecerle un contrato de mantenimiento de radiadores, calderas o calentadores. Y le ha contado que el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) le obliga y que si llega una inspección será multado.

¿Un sacacuartos más? No. El RITE obliga al mantenimiento de equipos de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria por una empresa mantenedora habilitada que verifique su correcto funcionamiento. En la mayoría de las viviendas es cada dos años (ver cuadro).
"La frecuencia con que debe realizarse el mantenimiento viene determinada por el tipo, potencia y uso de los equipos de instalación (vivienda u otro)", señalan en Asefosam, que agrupa a los instaladores de Madrid.
Por ejemplo, en viviendas con una caldera mixta para calefacción y agua caliente sanitaria, menor de 70 kilovatios de potencia —lo más habitual—, el mantenimiento debe ser cada dos años. Y ojo. Antes de la publicación de la modificación del RITE, vigente desde abril de 2013, era obligatorio cada año.

Cada cinco años, inspección

Otra cosa es la inspección, que los usuarios sí conocen. A más de uno le han precintado la caldera alguna vez. Las instalaciones de gas canalizado son inspeccionadas periódicamente por la compañía distribuidora cada cinco años (cuatro en el País Vasco). Se revisa el funcionamiento y estanqueidad del contador, tuberías, llaves, gomas y estado de conservación. El precio lo establece cada autonomía. Ronda los 50 euros, pero puede oscilar entre 34 y 70, según la comunidad, una diferencia llamativa. Se cobra con la factura, según la OCU.
Si se detectan anomalías que no pueden corregirse en el momento, se interrumpe el suministro y se precinta la parte de la instalación o el aparato. Deberán ser corregidas por un instalador de gas o por el servicio técnico, que dará al usuario un justificante.
No obstante, los contratos que se ofertan siguen siendo anuales. Y, además, pueden incluir hasta tres horas de mano de obra gratuitas u ofertas para la sustitución de piezas.
Para CECU, las empresas de energía llevan a cabo estrategias comerciales desleales al animar al usuario a contratar revisiones anuales.
Importante. El reglamento obliga a realizar, no una revisión, sino un mantenimiento de las instalaciones, garantizar que van a continuar funcionando de la manera más eficiente posible sin dar problemas al usuario. Viene a ser como un mantenimiento preventivo que incluiría la realización de pequeñas operaciones rutinarias como limpieza, sustitución de filtros, ajuste de parámetros de combustión, engrase de válvulas...
El RITE no fija coste, así que hay que pedir varios presupuestos. El usuario tendrá que valorar si le sale más a cuenta hacerlo cada dos años de forma puntual —será más económico— o firmar un contrato anual.
Por ejemplo, Gas Natural Fenosa oferta el mantenimiento anual preventivo (revisión de la caldera, circuito hidráulico, radiadores y aparatos de gas) a partir de 7,70 euros al mes. Si se incluye la reparación (con tres horas de mano de obra), asistencia y desplazamientos, el precio sube a 11,11 euros.
Centro de Gas 2010 ofrece su servicio de mantenimiento anual por 68 euros más IVA.
En el caso de Iberdrola, el precio del servicio Mantenimiento Gas es de 7,60 euros al mes (sin IVA), sin calefacción, o bien, de 8,76 euros (sin IVA) si se añade la revisión de calefacción y tres horas de mano de obra.
El responsable de realizar este mantenimiento es el propietario o, bien, el arrendatario si lo estipula el contrato de alquiler.
"Igual que mantenemos el coche, debemos mantener nuestras instalaciones térmicas para garantizar su funcionamiento durante mucho tiempo en las mejores condiciones de seguridad, consiguiendo un ahorro energético y una mejora del medio ambiente", reflexionan en Asefosam.
La realidad es que el RITE es un gran desconocido entre los propietarios. Y su nivel de cumplimiento es bajo. Quizá porque la obligación es relativamente reciente, ya que surge con el RITE de 2007 que entra en vigor en 2008. Y porque la Administración no ha puesto en marcha los sistemas de control e inspección previstos en la normativa que verifiquen el cumplimiento, explican en Asefosam. En el caso de Madrid, la potestad sancionadora recae en la Dirección General de Industria que dice estar "tramitando actualmente el decreto para regular las inspecciones periódicas de eficiencia energética". Así que, de momento, no hay nadie que vigile.
Las fincas de viviendas con calefacción central y salas de calderas de más de 70 kilovarios de potencia, sí se someten a las operaciones de mantenimiento que efectúa la empresa mantenedora.

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