viernes, 11 de mayo de 2012

Casas industriales, la edificación sin sorpresas (Jose F. Leal - El Mundo - 11/05/2012)

En el futuro, las casas se construirán entre cuatro paredes, en fábricas, en lugar de sobre el terreno. En un solar en alquiler en Torrelodones (noroeste de Madrid), la empresa Modulab instaló hace tres años un prototipo de vivienda industrial que ha tenido en pruebas desde entonces. La casa fue construida en una nave de Valdemoro y al cabo de cuatro meses estaba instalada y era habitable.
Está compuesta por dos módulos que suman 90 metros cuadrados, de madera y cristal, e incorpora numerosos elementos considerados bioclimáticos: una azotea vegetal, paredes radiantes, una balsa de agua y paneles solares. Como cualquier otra vivienda convencional, está visada por el Colegio de Arquitectos de Madrid, tiene la licencia municipal y se ajusta a la legalidad técnica.
Desde entonces sus responsables han construido varias viviendas similares más, aulas de museo y habitaciones de hotel. Ahora, se disponen a trasladarla a otro solar de la misma localidad, pues, como explica el arquitecto Francisco Saiz, uno de los responsables del proyecto, "hay muchos solares disponibles con las acometidas necesarias". 
"Sólo hay que desmontar las uniones y, al igual que la trajimos, la volveremos a montar en la nueva ubicación, de manera que podemos vivir en la misma casa transformándola con el tiempo en varias ubicaciones", explica Saiz, que en 2010 coordinó el proyecto experimental Casa Garoza, del arquitecto Juan Herreros. "El solar sobre el que está ahora mismo quedará totalmente regenerado o disponible para nuevas construcciones pues el impacto de la vivienda sobre el terreno ha sido mínimo".
En España ya hay unas 15 empresas especializadas en viviendas industrializadas, pero cada una trabaja con sus propios materiales y sistemas de producción. En general, la mecanización acorta los plazos de construcción hasta un 75%, evitan sorpresas en los presupuestos como que los materiales se encarezcan y los ruidos y trasiegos de una obra. Y aunque, además, rebaja ligeramente los precios, entre la construcción industrializada y el comprador hay aún una distancia que algunas empresas están intentando estrechar creando proyectos a medida para clientes y buscando a los proveedores adecuados en cada caso.

Tender puentes

La idea de Saiz es hacer de nexo entre los fabricantes y los usuarios finales, aportando el diseño y la prescripción técnica de las viviendas, la adaptación de la edificación al entorno donde quedará ubicada, y el uso de materiales provenientes de materias primas renovables (bioconstrucción), como la madera, que consume CO2, y la eficiencia energética basada en energías renovables.
A un precio asequible, pues la vivienda de Torrelodones apenas costó 98.000 euros, "y es un precio cerrado", mientras que una similar construida de manera convencional "tiene mucha variabilidad", asegura, y además estaría "presupuestada en unos 110.000 euros", un 13% más.
A la hora de habitarla, «no hay diferencia entre una casa convencional y una industrial", pues "los estándares de confort son exactamente los mismos". Pero el componente bioclimático y el bajo impacto de los proyectos que diseña Modulab provocan "una reducción del gasto energético en agua caliente y calefacción en torno a 2.000 euros al año".

El sector crece

Las viviendas de fabricación industrial en España constituyen aún un porcentaje marginal de todas las que se construyen, pero ya hay experiencias puntuales y punteras, como la iniciativa de Joaquín Torres en la urbanización Las Marías o las viviendas protegidas construidas hace tres años a partir de moldes de hormigón prefabricados por el arquitecto Alfonso Azqueta en Colmenar Viejo, o empresas como Egoin, en Natxitua (País Vasco), Modultec (Gijón) o IDM Ingeniería (Madrid), constructores de la casa de Modulab.
"Una obra es un proceso muy complejo en el que, al final, interviene demasiada gente que procede de demasiados sitios y genera una desorganización bastante grande", asegura Saiz, que afirma que el presupuesto de su vivienda se desvió apenas un 1%, algo impensable en una promoción de un unifamiliar al uso.
En años venideros, los procesos industriales y las viviendas modulares serán tan comunes como ahora lo son los encofrados o los andamios, pues garantizan el ajuste de costes y son «más limpios desde todos los ángulos»: plazos, precio y un control de la producción que no genera residuos.

1 comentario:

  1. Buen articulo. ProEquity es una compañía especializada en el asesoramiento en operaciones inmobiliarias del sector industrial y logístico.. Alquiler de Naves Industriales Madrid

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